Contar nuestras experiencias es una forma de documentar lo que hacemos, lo que nos pasa, lo que sentimos, lo que pensamos...
Nos permite conocer las comprensiones disciplinares y sociales que hay detrás de nuestras decisiones, sus supuestos y proyecciones...
También habilita la comunicación en primera persona y la circulación de ideas, conocimientos, innovaciones y proyectos…
Pero sobre todo supone reconocer el carácter cambiante y particular de estas prácticas de acuerdo a los contextos en los que se desarrollan, así como atender a las potencialidades de trascripción y traducción de esas experiencias en otros contextos.
Nos permite conocer las comprensiones disciplinares y sociales que hay detrás de nuestras decisiones, sus supuestos y proyecciones...
También habilita la comunicación en primera persona y la circulación de ideas, conocimientos, innovaciones y proyectos…
Pero sobre todo supone reconocer el carácter cambiante y particular de estas prácticas de acuerdo a los contextos en los que se desarrollan, así como atender a las potencialidades de trascripción y traducción de esas experiencias en otros contextos.
¿Te animás a narrar una experiencia de tu práctica profesional que
haya marcado tus recuerdos, que te haya originado preguntas en relación con tu forma de comprender la salud y la vida humana?
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